Alicante y peces que te comen

Este fin de semana he estado en Alicante, recargando las pilas y recibiendo un poco de calor, que con tanta nieve en mi casa ya me estaba apagando. Pero tenemos a 4 horas de Madrid esa bendición de mar mediterráneo, con su hermoso color y esa sensación eterna de vacaciones que a mí me encanta.

 

He estado en un hotel maravilloso, el Hotel Bonalba , cerca de la Playa de San Juan, y en medio de un complejo de Golf, es un lugar perfecto para relajarse y cargar las baterías.

 

Tiene un spa fantástico y dentro de la zona de belleza tienen los famosos pececitos que se comen las células muertas de la piel. Los tienen en una especie de estanque pequeñito, y metes las manos y los pies dentro. Entonces un montón de peces enanos se abalanzan contra ti y comienzan a comer tus pieles muertas (se supone). Os tengo que contar que para mí fue una especie de trauma. Primero vi como metía la mano mi marido y solo la visión me dio escalofríos. Ya no quise probarlo, pero ante la insistencia de todo el mundo metí la mano y mirando para otro lado (ya que ni siquiera pude mirar) cuando sentí el contacto de los pececillos, la saque en seguida. No aguante ni un segundo. Tengo que decir que del grupo que íbamos, solo me pasó a mí. Incluso había unas señoras que estaban encantadas con la sensación y comentaban lo suaves que se quedaban las manos después.

Yo desde luego, no pude. Me daba la sensación de que me estaban comiendo viva. Por lo que tendré que conformarme con la clásica manicura con peeling.

 

Hablando de eso, también asistí a la Feria de la estética y peluquería de Alicante. Muchas novedades, demostraciones de peluquería, etc… pero hubo una en concreto que me llamó la atención: La cantidad de gente que había en los puestos dedicados a la manicura y pedicura. Creo que eran lo únicos en lo que se compraba de verdad. Desde luego  el interés que hay en esta sección de la belleza en esta en alza. Sin duda cada vez las españolas nos cuidamos más las manos y los pies, y estamos interesados en tratamientos específicos.

Por último un paseíto por la playa, para llenarme de sol y llegar a Madrid…lloviendo.

 

 

 

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